Más de ocho millones de mexicanos padecen asma

En el marco del Día Mundial del Asma, que se conmemoró ayer , el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) refirió que en 2015 atendió más de 260 mil casos por crisis asmática y que cuenta con diversas opciones para tratar el padecimiento.

Al dar referencia sobre la atención que brinda a sus derechohabientes con enfoque preventivo y con la promoción de hábitos saludables, refirió que a pesar de que no es un padecimiento curable, puede ser controlable en su totalidad.

Para ello existen diversas recomendaciones como cumplir con el esquema de vacunación completo, recibir la inmunización contra la influenza, realizar ejercicio físico regular, pero evitarlo al aire libre cuando exista mal clima o alto grado de contaminación.

Además, tener una alimentación adecuada y bajar de peso en casos de obesidad, reducir exposición a contaminantes dentro del domicilio, incluyendo aromatizantes y olores fuertes como bálsamos e inciensos y evitar la exposición a alérgenos como polvos caseros, humedad, polen, pelo de gato, entre otros.

El IMSS recordó en un comunicado que también existe un tipo de asma que no tiene origen alérgico, sino que reacciona al humo de tabaco, por la exposición a solventes o humo de leña, por lo que es importante evitarlos.

Advirtió que el desconocimiento de la enfermedad o un mal control, provoca crisis asmática y requiere de atención en áreas de urgencias, pues la dificultad para respirar llega a poner en peligro la vida.

En el caso de asma alérgica, explicó que cuenta con vacunas personalizadas que se elaboran para tratar las sustancias a las que el paciente resulte alérgico, cuyo objetivo de aplicarlas es que los signos de alergia -estornudo, escurrimiento nasal, comezón o tos- se presenten con menos intensidad; además de que también hay tratamientos inhalados para su control.

En el caso de pacientes con asma grave que no responden a tratamientos inhalados o vacunas, los medicamentos biológicos son de gran eficacia.

Los procedimientos invasivos a nivel local de bronquios están indicados en pacientes con asma grave entre 18 y 65 años de edad con mal control de la enfermedad, a pesar de llevar tratamiento como lo indica el especialista.

El asma es una enfermedad que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen. Esto hace que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.

El asma es causada por una inflamación (hinchazón) de las vías respiratorias. Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y su revestimiento se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar por estas.

En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la inhalación de sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.

Los desencadenantes comunes del asma incluyen: animales (caspa o pelaje de mascotas), ácaros del polvo, ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico o aspirin y otros AINE), cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío), químicos en el aire o en los alimentos, moho, polen, infecciones respiratorias, como el resfriado común, emociones fuertes (estrés) y humo del tabaco.

Las sustancias que se encuentran en algunos lugares de trabajo también pueden desencadenar los síntomas de asma, lo que lleva al asma ocupacional. Los desencadenantes más comunes son el polvo de la madera, el polvo de los granos, la caspa animal, los hongos o los químicos.

Muchas personas con asma tienen antecedentes personales o familiares de alergias, como la fiebre del heno (rinitis alérgica) o eccema. Otros no tienen tales antecedentes. La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos.– Agencias

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.