Piden la regularización del vientre de alquiler

La catedrática de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Gisella Pérez Fuentes, asegura que el objetivo es evitar el tráfico de personas y que se mercantilice este avance científico.

Investigadoras de la universidad juárez autónoma de tabasco, (entidad considerada como destino de turismo reproductivo mediante la renta de vientres) subrayaron la necesidad de que los legisladores atiendan el fenómeno de la maternidad subrogada de manera responsable, para evitar el tráfico de personas y que se mercantilice esta figura que surgió como un avance científico.

La investigadora Gisella María Pérez Fuentes dijo a Punto Medio qué hay casos en los que la mujer contratada para gestar en su vientre a un bebé es encerrada a lo largo del proceso y se le niega el contacto hasta con sus familiares por lo que se atenta contra su dignidad y sus derechos humanos.

Recordó que sólo dos estados en el país cuentan con legislación al respecto, Sinaloa y Tabasco cuya fama traspasó fronteras como un lugar de turismo reproductivo al grado que en su momento hasta extranjeros acudían a las clínicas donde se ofrecen a mujeres que rentan su vientre para procrear.

Reformas prohibieron que extranjeros puedan recurrir a estos servicios, pero se percibe qué hay clínicas en Cancún y la Ciudad de México que anuncian por internet la renta de vientres para llevar el proceso de gestación y al momento de llegar a término se hace el traslado a Tabasco para que el bebé nazca en el estado y pueda existir validez del contrato de maternidad que se suscribe ante un notario o un juez y que servirá para obtener el acta de nacimiento.

–El costo de uno de estos contratos puede alcanzar los 200 mil pesos de los que son los despachos intermediarios los que se quedan con la mayor parte de las ganancias, por lo que si bien no podemos dejar de aprovechar los avances médicos y científicos, si es importante establecer medidas para que se vele por el interés superior del menor y por los derechos de las mujeres –señaló la investigadora Karla Cantoral Dominguez.

Ambas coincidieron en proponer que la actividad sea de carácter altruista y que sea un consejo hospitalario de bioética el que defina qué casos son los susceptibles de usar esté procedimiento para no llegar al extremo de que existan tiendas en las que se puedan adquirir bebés y que se pueda llegar a la trata de personas y a un mercado negro.

–Pensamos que desde su concepción este es un tema en el que que no únicamente interviene el Derecho. Nosotros no estamos en contra de la ciencia, sino de la mercantilización de la figura, que no debiera estar en el Código Civil, sino en una Ley especial sobre fecundación y reproducción asistida –apuntó la investigadora. Las catedráticas presentaron en el auditorio “Víctor Manuel Cervera Pacheco” del Tribunal Superior de Justicia de Yucatán, su obra “La Maternidad Subrogada”, donde expusieron los resultados de la investigación.

 

Texto y foto: Manuel Pool Moguel

 

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