El cítrico alcanza los 1,500 pesos la caja, por lo que los citricultores están motivados y esperan buenas noticias para la Cuaresma
OXKUTZCAB. Los productores de lima, al igual que el resto de los citricultores, están ansiosos de que llegue la temporada de Cuaresma, porque aumenta el consumo de cítricos y su producto ha llegado a costar 1,500 pesos la caja.
Como se recordará, la Cuaresma también es un respiro para los pescadores, ya que los feligreses, los viernes se abstienen de comer carne de puerco y de res y consumen pescado.
Hasta ayer el precio de la naranja dulce fue de 80 a 90 pesos precio que irá subiendo de manera paulatina conforme se acerque la sequía y la Cuaresma.
El limón se cotizó en 70 pesos la caja de 20 kilos, se espera que este cítrico llegue a subir más en la Cuaresma debido a que es en ese tiempo en el que el precio por caja de 20 kilos puede rebasar la barrera de los $200 a $400 pesos la caja, aunque el limón aún no ha podido superar uno de sus precios más elevados que alcanzó en el año 2014 llegando a cotizarse en $800 la caja.
En lo referente a la lima agria este es un cultivo que no abarca mucha superficie es complementario que no son de hectáreas de plantaciones como lo es el limón.
En el caso del limón las hectáreas sembradas por los más de 6 mil productores citrícolas de la región representan un ingreso importante para las familias de la región. Los precios que se dan es en caja.
La toronja su precio es de $50 a $60 y la mandarina roja se vendió a $150.
La primera es muy recomendable para las personas que deseen bajar de peso, tiene un sabor agrio. Incluso para las personas que le gustan una ensalada de cítricos que es conocido como “xec”, la toronja le pone el toque agrio, pero casi indispensable.
De la naranja dulce, el máximo precio alcanzado es de hasta $120 y cuando alcanza ese precio varios coyotes o intermediarios traen la naranja dulce de otros estados como Veracruz o Tamaulipas. Miles de productores de cítricos en el sur del estado cifran sus esperanzas en la Cuaresma.
Texto y fotos: Bernardino Paz Celis
