Desde el próximo 1 de julio la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) tendrá facultades para cobrar las multas que impone, con lo cual prevé recaudar hasta 2 mil millones de pesos cada año.
En entrevista, el titular del organismo, Ricardo Sheffield, recordó que en 2018 el Poder Legislativo modificó la ley que protege a los consumidores, y entre otras reformas, dio la posibilidad a la Profeco de iniciar procesos administrativos de ejecución, es decir, cobrar las sanciones que impone.
“Cuando las reformas se aprobaron se acordó que desde julio nosotros podríamos realizar los cobros de multas y sanciones. Administrativamente ya hemos hecho las adecuaciones para estar en posibilidades técnicas de ejecutar estas sanciones. El que la hace la paga, cero impunidad”, afirmó.
Sheffield detalló que las multas se pagarán en las oficinas de la Profeco, que a su vez informará a la Secretaría de Hacienda los cobros que se realizan.
“Tenemos ahora para cobrar, empezando julio, mil 500 millones de pesos de multas; son multas del segundo semestre de 2018 y lo que va de este año”, explicó.
El titular de Profeco precisó que antes el proceso de cobro de multas se realizaba con la notificación de la sanción, “pero para cobrar se le entregaba al gobierno de un estado o municipio con el cual hay convenio para que ellos, que sí tienen facultades para hacer procedimientos administrativos, los llevaran a cabo”.
“Entregamos las multas a los estados y después de seis meses o un año nos avisan si pudieron o no cobrarlas; una gran cantidad de ellas nos dicen que son incobrables, y las que sí, se quedan con 90 por ciento del monto.
Eso hace ineficaz la facultad de la autoridad, porque pueden pasar años y no se cobró nada”, reprochó.
En ese sentido, el procurador destacó que con la nueva norma pasarán menos de 15 días entre la imposición de la multa y el cobro.
“Si no se quiere pagar, ese procedimiento permite embargar un inmueble en el domicilio fiscal, ya la autoridad tiene forma de lograr el pago de esa multa y hacer realmente justicia”, señaló.
Antes la Profeco solo tenía facultades para promover y aplicar las medidas necesarias ante la Secretaría de Hacienda. Un caso similar pasa con la Comisión Federal de Competencia Económica, instancia que no puede cobrar las multas directamente, sino por medio de la misma dependencia.
Sheffield indicó que existen muchas personas y empresas, grandes y pequeñas, que incumplieron la ley, las cuales no quisieron adecuarse o conciliar con los consumidores las quejas que se les indicó: “Por eso se les emitió una multa que no pagaron voluntariamente y fueron indiferentes al problema, pero ahora tendrán que saldarla”.
Expuso que durante ese periodo las empresas o marcas sancionadas fueron miles y por diversas causas: “Desde 800 mil pesos de una multa a una gasolinera que no se dejó verificar, hasta una multa de 3 millones de pesos de una línea aérea que no realizó los cambios que se le ordenaron en la venta de sus boletos por internet”.
Sheffield explicó que los mil 500 millones de pesos son del último año: “Podríamos recaudar entre esa cantidad y 2 mil millones de pesos por año. Lo que no queremos es imponer multas, ese no es nuestro objetivo, queremos lograr un cambio en la conducta de los proveedores de bienes y servicios en México y que funcione mejor el mercado”.
Un ejemplo, dijo, es el tema de las gasolineras. “Si no permiten la verificación o dan litros incompletos, nosotros somos la autoridad; si no me lo permiten, se hacen acreedores a una multa de 800 mil pesos”.
En cifras. 1,500 millones de pesos son las multas que ha impuesto la Profeco del segundo semestre de 2018 hasta la fecha.
95% de las 90 mil multas que ha impuesto la Profeco de 2014 a la fecha, no han sido pagadas por los infractores.
Texto y foto: Agencia
