Elementos de la policía y personal del Instituto Nacional de Migración acuden al lugar para verificar la documentación del sujeto.
Un joven de origen hondureño acompañado de su pequeño hijo pedía limosna afuera de una sucursal bancaria ubicada a un costado de la catedral Campechana, comentando su origen y pidiendo la ayuda de quienes por ahí pasaban, cuando un cliente del banco dijo sentirse amenazado por la presencia de los migrantes, por lo que dio aviso al número de emergencias solicitando la presencia policiaca.
Al llegar los elementos de la policía estatal al lugar, el hondureño seguía pidiendo dinero con su niño; no se encontró delito, pero se le solicitó la documentación que acredite su legal estancia en México, por lo que minutos después mostró sus documentos.
Las autoridades llamaron al Instituto Nacional de Migración para avalar la legalidad de dichos papeles, pues señaló que compró la “estadía” a 8 mil pesos en Cancún.
Mientras esperaban el hombre desesperado discutió verbalmente con los oficiales.
Una versión señala que el personal de migración se llevó al varón y a dos acompañantes más, entre ellos una mujer, a sus oficinas para determinar su situación migratoria y si es factible que sean deportados a su país de origen.
Por otra parte, trascendió que tras demostrarse la legalidad de su estadía, los elementos de migración se retiraron mientras que los policías advirtieron que si vuelven a acosar a los ciudadanos estos sería detenidos administrativamente.
Al parecer esta es la tercera vez que dichos migrantes son reportados por pedir dinero a cuentahabientes de la sucursal bancaria.
Texto y foto: Agencias
