Restaurante Mody, el sabor de la gastronomía libanesa

El lugar tiene amplia variedad de platillos, que va desde la comida libanesa hasta la tradicional cocina yucateca del día, como el frijol con puerco.

El pasado miércoles 8 de abril, el restaurante del Hotel Mody cumplió 50 años de existencia. Lamentablemente, por la contingencia sanitaria ocasionada por el COVID-19, la familia Garcia Noemí se quedó con ganas de celebrar la ocasión, pero el equipo de Peninsular Punto Medio visitó a don Jesús Ricardo, mejor conocido como “Piti” García, quien acompañado de su sobrino Jorge Armando, nos dieron la bienvenida con la especialidad de la casa: los kibis fritos, acompañados de una fresca ensalada llamada tabule y crema de berenjena.
“En el restaurante, que está especializado en comida libanesa, tenemos amplia variedad de platillos, que se elaboran siguiendo al pie de la letra las recetas de mi abuela, María Abimerhi Jarabe, que llegó desde el puerto de Jouney, Líbano, hace 90 años, y nos enseñó a cocinar a sus hijos, sobrinos y nosotros a nuestros hijos”, dice el buen amigo Piti, quien explica que ese era el apellido materno de su abuelo paterno, que era originario de Cuba.
“Recuerdo a mi abuelita en la cocina de la casa, que estaba en la calle 52, en San Cristóbal, donde nos metíamos a la cocina para ver cómo con un molino de piedra preparaba los ingredientes para hacer la comida. Nos preparaba potaje de garbanzo, gallina rellena y el shix baarac, que lleva unos sombreritos de harina que se meten a una sopa de labne que es una crema similar al yogurt que se sirve caliente.
Es algo tequioso prepararlo, yo lo hago dos o tres veces al mes, cuando estoy de humor”, dice don “Piti” García, quien se retira para ir a preparar los pedidos de la clientela, que incluyen, además, la tradicional comida yucateca del día como el frijol con puerco o como en esta ocasión, el puchero de tres carnes.
Y mientras tanto, Jorge Armando García Noemí nos recuerda que fue su tía abuela, doña María Abimerhi, y su abuelita Aidita, las que en 1970 junto con su abuelito don Modesto, o Mody, como le llamaban, comenzaron el negocio, montando una carpa con lonas para ofrecer comida a los albañiles y demás personal que trabajaban en la construcción del Hospital Juárez y de la Clínica Mérida.
Al ver que muchos ingenieros y arquitectos no tenían dónde quedarse, comenzaron a construir tres cuartos para darles alojamiento, y entonces además de dar comida había un lugar para hospedar a la gente que venían de México a dirigir o supervisar la obra.
“Posteriormente, con mucho esfuerzo y trabajo, se terminaron 10 cuartos que se hicieron con lo que se ganó con la venta de comida, ya que pensaron en los familiares de la gente que vendría para atenderse en los hospitales. Fue el primer hotel que se construyó en la zona”, dijo Jorge Armando, quien ahora junto con su tío lleva la administración del negocio que ahora cuenta con un punto de venta en la colonia México, llamado el Rincón del Mody, y que es atendido por Reynaldo García, hermanito de Jorge, y quien de manera casual llegó para preparar sus cremas de ajo, berenjena, labne y hummus, que es el garbanzo.
“Además de que tenemos otras actividades fuera del restaurante y el hotel, sentimos que estas son las dos actividades que más nos apasionan, en especial la comida. porque de esta manera conservamos el sabor de la gastronomía tradicional libanesa, que como dijo mi tío, se conserva generación tras generación”, explica Jorge, quien de esta manera explica la importancia de la cocina en su vida.

Texto: Manuel Pool

Foto: Cortesía

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