Subastan un Velázquez en 8 millones de euros

Un retrato al óleo del maestro español Diego Velázquez fue vendido en una subasta en Madrid por 8 millones de euros, anunció la casa de remates Abalarte.

El óleo, que muestra a una niña de grandes ojos y con las manos en actitud de oración, con saya marrón y blusa de cuello blanco, nunca había sido estudiado hasta que el dueño decidió venderlo, indicó la casa de subastas.

La misma cree que el óleo de 57.5 por 44 centímetros fue pintado en su juventud por el artista sevillano (1599-1660), conocido por su obra maestra Las Meninas, expuesta en el Museo del Prado de Madrid.

El dueño del cuadro, Retrato de niña o joven inmaculada, era de un particular de Madrid, cuya identidad no ha sido divulgada. Su familia tuvo la pintura durante generaciones.

Richard de Willermin, especialista del arte español del siglo XVII que colabora con la casa de subastas, examinó el óleo y concluyó que era un Velázquez. Especialistas del Museo del Prado también estudiaron la pintura, pero el museo no hizo ningún comentario público al respecto, pues nunca da su opinión sobre trabajos que no forman parte de su colección. La puja por el retrato comenzó en 8 millones de euros, explicó Abalarte, pero no hubo ninguna oferta superior.

La identidad del comprador no fue revelada, pero la pintura no puede dejar el país por orden del gobierno, que prohíbe sacar al extranjero cualquier trabajo que pudiera formar parte del patrimonio español.

Pintor barroco considerado uno de los máximos exponentes del arte español, Velázquez pintó durante su vida unos 200 cuadros, de los cuales sobreviven unos 120, la mitad de ellos en el Museo del Prado.

Velázquez pasó sus primeros años en Sevilla, donde desarrolló un estilo naturalista de iluminación tenebrista, por influencia de Caravaggio y sus seguidores.

A los 24 años se trasladó a Madrid, donde fue nombrado pintor del rey Felipe IV y cuatro años después fue ascendido a pintor de cámara, el cargo más importante entre los pintores de la corte.

A esta labor dedicó el resto de su vida. Su trabajo consistía en pintar retratos del rey y de su familia, así como otros cuadros destinados a decorar las mansiones reales.

Su presencia en la corte le permitió estudiar la colección real de pintura que fueron influencias determinantes para evolucionar a un estilo de gran luminosidad, con pinceladas rápidas y sueltas.- Agencias

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