Tacos de venado, atractivo gastronómico único de Izamal

Taquería La Pelusa, ubicada en el mercado municipal de la ciudad, es uno de los pocos lugares en Yucatán que vende la fina carne

Cuando usted visite Izamal, además de disfrutar de su arquitectura colonial y de un recorrido por el Convento de San Antonio de Padua, no deje pasar la oportunidad de visitar el mercado municipal, donde podrá usted disfrutar de una amplia variedad de antojitos yucatecos como los tacos de cochinita y de relleno negro, y también los tacos de dzic de venado, algo que no en cualquier lugar se puede encontrar.
En la actualidad hay dos establecimientos dedicados a esta especialidad gastronómica, uno de los cuales, Taquería La Pelusa, es atendido por el señor José Felipe Ek Koh, quien en amena platica recordó que desde hace 38 años comenzó a ayudar en el puesto a su padre, don Luciano Ek Covarrubias, y que a la fecha es quien sigue esta tradición acompañada de su hermano Casimiro, quien es el encargado de desmenuzar finamente la carne.
“Tenía 17 años cuando llegué al mercado y era todo muy diferente”, dijo don José, quien recordó que su papá inició vendiendo cochinita y no se lograron los resultados esperados debido a que como en la actualidad, hay mucha competencia, así es que un día don Luciano se decidió a comprar dos piernas de venado y así comenzó esta historia.
Entonces el precio de un taco era de un peso o de uno cincuenta. En la actualidad un taco se cotiza en 12 pesos y el kilo del venado en pib se ofrece en 270 pesos.
“También vendemos carne para llevar y tortas, pero son los tacos los que más se venden”, dijo don José, quien comenta que todos los días trabaja desde las siete y media u ocho de la mañana y que termina normalmente a la una de la tarde.
Cabe destacar que el venado que aquí se ofrece no es producto de la caza furtiva, ya que explica don José, proviene de una granja ubicada en Tixkokob, a donde hace su pedido de manera regular.
Don José destaca que es motivo de orgullo continuar con este trabajo que inició su padre hace ya casi 60 años, el cual es muy reconocido al grado que hay clientes que vienen de Mérida, Cancún y Cozumel para llevarse la carne y preparar otros guisos como el pipián.
“El trabajo lo es todo para mí, toda mi juventud la dejé aquí, son ya 38 años de servicio, comencé a los 17 años, ahora tengo 55”, dijo el entrevistado, quien destacó que su hermano Casimiro Aldana Koh y él se encargan desde la noche anterior de la preparación de la carne, que no lleva más que su toque de sal y se entierra protegido con láminas que también expenden el calor y ayudan a que la coacción sea pareja.
Don Casimiro destaca que tiene poco tiempo ayudando a su hermano menor, don José, en esta labor que antes desempeñaba un amigo que lamentablemente falleció.
“Trabajamos tranquilos, nos llevamos bien, de joven me fui a otros lugares a trabajar, pero finalmente me llamó para venir a ayudarle y me gusta mucho, porque cuando diga las 9 ya tenemos un poco de clientes, sacamos para vivir”, subrayó.

Texto y fotos: Manuel Pool

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