Por Marcial Méndez
Hace un par de años escribí una columna titulada “Artistas emergentes, posibles embaucados” sobre un par de organizaciones supuestamente dedicadas a la difusión artística cuyas prácticas, más que ayudar a los creadores, parecían rondar en lo predatorio, aprovechándose de sus ilusiones a través de promesas confusas (por no decir otra cosa) y resultados apantallantes en la redacción de sus convocatorias, pero dudosos en la práctica. El título no fue caprichoso: el término de “artistas emergentes” era el atractivo anzuelo que una de esas organizaciones usó en ese entonces; curiosamente, hoy esa misma expresión ha resurgido en otra convocatoria igual de criticable que, justamente, es el tema de esta columna.
“Convocatoria para artistas emergentes que necesitan representación” es lo que lee la invitación del grupo dmolarteméxico, también bautizado como D’Molarteméxico (como lee su Facebook) y dmolartemexico (como lee la sección de “quiénes somos” de su sitio web, la cual decidió ahorrarse el acento). Esta “confiable” organización de nombre indefinible afirma en su anuncio pagado en redes sociales que “lamentablemente los apoyos para los artistas son muy limitados en nuestro país y existen cantidades de ellos tratando de dar a conocer su trabajo y hacer conexiones que les permitan tener una carrera sólida y exitosa”. La solución que ofrecen es, por supuesto, que aquellos artistas necesitados paguen una cuota de $500 MXN para así poder enviarles su portafolio y ser considerados para su único premio: 6 meses de representación artística gratuita. ¿Qué implica eso? Pues el privilegio de fijar comisiones de venta con su galería, difusión “a trabes” (otra interesante redacción de su sitio web) de sus plataformas digitales, la oportunidad de establecer un convenio con dmolarteméxico al final de los 6 meses y, por último, la vaga e indescifrable promesa de que “se acordarán con el artista proyectos de su interés que le permitan encaminar su carrera, ampliar su cartera y hacer contactos en el medio del arte”. ¿Cómo se logrará eso y en qué manera influirá en la trayectoria del artista? No se sabe; la convocatoria no proporciona más información y los comentarios de la organización en redes sociales son igual de vagos e inútiles.
En comparación a otras maquinaciones similares, el precio de entrada es bajo, pero esos $500 se multiplican mientras más participantes caigan. Con un solo ganador al que de por sí van a sacarle más provecho con las comisiones de las posibles ventas, claro que el plan resulta positivo para dmolarteméxico; no tanto así para los artistas que cubran la cuota por la pura “oportunidad” de que alguien vea su portafolio.
El problema no es artista tanto el precio, sino la explotación de esa ilusión de crecer, de triunfar como artista. Pero, más allá de la pobreza del “premio” de esta convocatoria, se ve muy difícil que una organización como dmolarteméxico pueda ayudar en eso: esta parece haber surgido apenas este 2020, por lo que difícilmente podría estar consolidada en el mundo del arte; a ello lo respalda su mínima huella digital, así como también la casi absoluta ausencia de interacción en sus posts en redes. Ya ni se diga la confianza y profesionalidad que exudan sus 3 nombres diferentes y los errores de redacción en su web.
Así que, si te dedicas al arte, cuidado con estas convocatorias que, más que ayudarte, tal vez terminen por amolarte.
