Todos con Regina

CARLOS HORNELAS
carlos.hornelas@gmail.com

El fin de semana diversos medios de comunicación alrededor del mundo se unieron en un acto de protesta a través de la publicación de notas relacionadas con el artero asesinato de Regina Martínez, ocurrido en 2012 y que todavía no se esclarece.

La reportera denunció, desde su pluma, la corrupción de dos gobernadores veracruzanos, Fidel Herrera y Javier Duarte, así como su supuesto contubernio con el crimen organizado.

La condena de diversos medios deja clara la preocupación a nivel mundial por la frágil condición de la libertad de prensa en México, el país más peligroso para ejercer dicha profesión.

A fin de publicar ciertos tópicos, los periodistas de investigación de estas fuentes han compartido información sobre estos temas, así como sus líneas de trabajo o su paradero y se han puesto de acuerdo para publicar sus hallazgos en sus propios medios al mismo tiempo, a fin de evitar ser la única voz que el poder, sea público o fáctico ubique y trate de silenciar. Regina firmaba cada uno de sus reportajes y se le conocía como una persona reservada.

El asesinato de Regina marcó un hito en la historia del periodismo en México, a partir del cual la violencia contra los periodistas y el número de asesinatos no ha parado y la única constante es, como siempre, la falta de resultados por un lado y por el otro, la terca maniobra del gobierno en turno por tratar de vincular las muertes con cuestiones que no tienen nada que ver con su actividad profesional y justificar así su incompetencia, su desinterés y su desprecio por la verdad, por la ciudadanía que sostiene con sus impuestos a quienes no son profesionales en su trabajo y que con ello solo contribuyen a perpetuar el círculo vicioso de la impunidad que solamente favorece a delincuentes y mercenarios, de cuello blanco, rojo o negro.

Si la crítica al gobierno se criminaliza, si a la prensa se le ve como el enemigo a vencer, si no existe un marco en el cual se pueda garantizar el ejercicio periodístico, estamos condenados a ser adoctrinados por los poderes fácticos, a ser las marionetas de poderes económicos, políticos o confesionales que imponen sus versiones incuestionables de la realidad para su beneficio.

Para quienes puedan pensar que esta reflexión está sobre dimensionada, cabe una reflexión sobre lo ocurrido el fin de semana. A partir de una colaboración internacional llamada “The Cartel Poject”, 60 periodistas de 18 países han publicado simultáneamente historias que completan las diversas aristas del asesinato de Regina Martínez para dejar en claro que no se quitará el dedo del renglón hasta encontrar a los culpables y llevarlos ante la justicia.

La impunidad no puede seguir siendo la manta con la que se cobije la inseguridad en ningún país. De los cinco amigos de Regina, todos reporteros, solo uno sigue con vida.

Simplemente en Veracruz, se han sumado 17 muertes durante el sexenio de Javier Duarte. A quienes hay que sumar 30 más desde el año 2000. El 25 de noviembre, en un reporte de Alejandro Encinas se leía que del año 2010 a la fecha se han cometido 138 homicidios contra periodistas en todo el país.

Medios tan prestigiosos como El País en España, Süddeustche Zeitung en Alemania, Washington Post en Estados Unidos, The Guardian en Inglaterra, se han unido a la iniciativa y respaldan la preocupación por hacer de México un país libre de violencia contra los periodistas. Cuando se silencia una voz, se pierde una posibilidad de ser conscientes de nuestra realidad.

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