Padres de familia del jardín de niños “Remigio Aguilar Sosa”, ubicado en la colonia Santa Cruz, denunciaron el uso de un predio baldío para arrojar animales muertos que generan una pestilencia y representa un riesgo para la salud de los pequeños que asisten a ese colegio.
Indicaron que desde hace varios días ocurre lo mismo pero en ocasiones los perros sacan las bolsas del predio y riegan su contenido en la calle o en las escarpas donde caminan los niños y niñas para llegar a la escuela o dirigirse a sus hogares.
Hasta el momento se desconoce quién lleva vísceras de pollo o algún otro animal muerto a ese sitio, pero dicha situación preocupa a los padres de familia ya que cada vez es más frecuente, por lo que le piden a la policía municipal reforzar la vigilancia en esa zona para tratar de dar con el responsable de este acto.
El caso más reciente y que los obligó a pedir el apoyo de la autoridad correspondiente o de los propios vecinos del rumbo, fue el de un animal putrefacto que emanaba fuertes olores desde una bolsa de plástico, lo que indica que no fue un perro al que atropellaron o uno envenenado en el lugar, sino que alguien lo llevó hasta dicho predio y lo arrojó a escasos metros de la entrada del plantel educativo.
Texto y foto: Isauro Chi
