La deidad maya no defrauda a los más de 9 mil visitantes que acuden a la zona arqueológica a presenciar su descenso en el Castillo
Más de 9,000 personas, en su mayoría vestidas de blanco, fueron testigos del descenso de Kukulcán, ayer 21 de marzo, en la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Con el inicio de la primavera, y para cargarse de buenas vibras, llegaron desde temprana hora visitantes del norte del vecino estado de Quintana Roo, específicamente de Cancún y Playa del Carmen, destinos desde los que salieron en tours, con rumbo a la séptima maravilla del mundo moderno.
Y a pesar de que el sol no brilló en todo su esplendor, el “bochorno” sí estuvo presente, lo que provocó que algunos de los visitantes tuvieran problemas con “golpes de calor”, sin embargo, fueron pocos los casos reportados, los cuales fueron atendidos debidamente y sin mayor complicación.
Se esperaba que a partir de las 3:30 de la tarde se pudiera presenciar el fenómeno arqueoastronómico, pero las nubes opacaron al astro rey por momentos. Así es que de manera intermitente comenzó a observarse la formación de los triángulos isósceles en la escalinata norte del llamado Castillo de Kukulcán.
Mientras tanto, el ambiente era espectacular en los alrededores, pues los visitantes aplaudían animados para que el descenso de la serpiente emplumada se pudiera apreciar en todo su esplendor, tal y como lo sugirió el sacerdote maya Tiburcio Can May, quien fue muy solicitado para realizar rituales de “limpieza” a los visitantes.
Aún así se dio tiempo para platicar con el equipo de Peninsular Punto Medio acerca del significado místico del equinoccio.
“Kukulcán es una deidad, un espíritu al que, con cánticos, rezos y oraciones, recibimos en estas tierras yucatecas en este día tan especial en el que su imagen se plasma en un costado de la pirámide, trayéndonos bendiciones en un año en el que también tendremos la oportunidad de presenciar un eclipse solar en unos días más, el 8 de abril, y ahora tenemos la oportunidad de prepararnos”, comentó el X’men.
Momentos después el sacerdote maya procedió a hacer unos rezos y oraciones para que las nubes se pudieran despejar. “Si se aprecia bien, eso quiere decir que este año vamos a tener buenas cosechas y abundancia para todos los que hoy se dieron cita aquí en Chichén Itzá”, subrayó.
En tanto esto sucedía, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) procedieron a invitar a sentarse a unos turistas extranjeros que estaban parados y tapaban a los que desde temprana ahora habían ocupado un espacio cercano a la pirámide para apreciar el descenso, que en medio de los aplausos y expresiones de admiración en diferentes idiomas, se observó plenamente a partir de las 4 de la tarde con 25 minutos y que comenzó a desaparecer a las 4 de la tarde con 48 minutos.
“Sin duda que valió la pena venir, es un hermoso espectáculo natural que vale la pena disfrutar con la familia y las amistades”, expresó María, una turista de origen español que se preparaba para ubicar a sus compañeros de tour y dirigirse a su autobús.
Poco a poco la explanada fue quedando vacía al irse retirando los visitantes, quienes, de acuerdo al director general del Patronato Cultur, Mauricio Díaz Montalvo, fueron en su mayoría nacionales en una proporción del 70% contra 30% de extranjeros.
El funcionario estatal señaló que la afluencia de ayer jueves fue mayor a la registrada un día antes, el 20 de marzo, cuando de manera oficial fueron alrededor de 7,500 las personas que presenciaron la bajada de Kukulcán, fenómeno que se espera que hoy viernes 22 también sea observado por alrededor de 10,000 personas.
“Este fenómeno también se verá el sábado y domingo, pero aunque va a estar abarrotada la zona arqueológica, no se va a disfrutar como ahora, ya que el Inah ha dispuesto cerrar en el horario habitual, es decir, a las 5 de la tarde”, comentó Díaz Montalvo, quien recordó que por el tema de labores de construcción y mantenimiento permanece cerrada la zona arqueológica de Dzibilchaltún, donde al amanecer se observa el cruce del sol a través de las puertas del templo conocido como la Casa de las Siete Muñecas.
“Sin duda se extraña ir a presenciar este fenómeno, pero es mejor evitar que pueda ponerse en riesgo algún visitante por los trabajos que se están realizando”, manifestó el entrevistado, quien también comentó que en el caso del Museo de Sitio de Chichén Itzá, se decidió que en estos días en los que se observa el equinoccio se mantenga cerrado y qué será hasta el sábado cuando vuelva a abrir sus puertas.
“El acceso es gratuito para las personas que adquieren sus entradas para visitar Chichén Itzá y vale la pena disfrutar de las piezas que se exhiben, entre ellas una réplica del jaguar rojo que se encuentra en el Castillo de Kukulcán”, resaltó.
En los alrededores de la zona arqueológica se formaron algunos embotellamientos al finalizar el equinoccio, pero la presencia de los elementos de la SSP que abanderaron el lugar y facilitaron la vialidad permitió que rápidamente se desahogara el tránsito.
También, en las calles de la localidad de Pisté, aledaña al sitio, fue lenta la circulación de los vehículos en ambos sentidos, rumbo a Mérida y a la zona arqueológica, y llegó un momento en el que era imposible entrar a las tiendas de conveniencia que lucían repletas de clientes ávidos de adquirir agua o de alguna botana o alimento para recargar energías y retornar a sus lugares de origen.
El más visitado
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), más de 68,000 personas visitaron las distintas zonas arqueológicas de México con motivo de la entrada de la primavera, siendo Chichén Itzá, una de las maravillas del mundo, la de mayor afluencia.
El instituto detalló en un comunicado que este número de visitas a los sitios arqueológicos se registraron entre el miércoles y jueves.
Como parte del denominado operativo ‘Equinoccio de Primavera 2024’, el Inah indicó que las zonas arqueológicas con mayor afluencia fueron Chichén Itzá, en Yucatán, , y Teotihuacán, en Estado de México, con 14,727 y 9,587 asistentes, respectivamente.
Le siguieron Las Labradas, en el norteño estado de Sinaloa, donde confluyeron 3,428; Tulum, Quintana Roo, en el sureste mexicano, con 2,947; y Calixtlahuaca, en el Estado de México, con 2,904 personas.
En tanto, el INAH apuntó que en Monte Albán, Oaxaca, acudieron 2,240 turistas, y en El Tajín, en Veracruz, 2,145 visitantes.
Otros sitios prehispánicos que resaltaron entre las preferencias de los observadores del equinoccio fueron Cholula, Puebla; Uxmal, Yucatán, y Palenque, Chiapas.
Texto y fotos: Manuel Pool