¿Son los grandes programas asistenciales que el presidente López Obrador ha puesto en marcha, los que estarían generando una disminución en los apoyos federales que se entregan a los estados?
Es mera sospecha. No podemos asegurarlo. Lo cierto es que Yucatán no es la excepción en una acción que ya se vuelve regla nacional en los tiempos de la 4T.
Así, de acuerdo con información de nuestro compañero Iván Duarte, un recorte de cerca de 50 millones de pesos en el ámbito de la seguridad, se suma a la lista de preocupaciones del sector empresarial yucateco.
Ciertamente —ya se ha dicho en otras ocasiones— la seguridad de la entidad no es aún un problema de proporciones incontrolables. Comparemos la situación, por ejemplo, con Guadalajara, que vivió ayer vivió una triste y nueva jornada violenta.
Sin embargo, los empresarios —y cualquier habitante del estado— tiene claro que puede ceder muchas cosas, menos a la luz que permite combatir el calor y a la certeza de poder ir al Oxxo de madrugada sin temor a cruzarse con un asaltante, o peor aún, con una balacera.
De esta forma, valdría la pena analizar qué criterios utiliza el Gobierno Federal para esta aparente reorganización de recursos. En corto, entender mejor hacia dónde se está yendo el dinero.
No obstante, más allá de debates económicos sobre cómo gastar el presupuesto, parece también más importante tratar de entender qué actitudes o acciones sociales nos han permitido mantener la tranquilidad que nos caracteriza hasta ahora.
A pesar de esto, no es posible omitir que Yucatán tiene gravísimas manchas rojas en el blanco mantel que lo cubre. Allí están distintos feminicidios que no pueden ignorarse si de seguridad se habla.
¿Son estos fenómenos presagios de un futuro más hostil para la entidad? ¿Son casos aislados? ¿Cómo defenderse de las extorsiones y amenazas de derecho de piso que empresarios de Quintana Roo sufren de manera cotidiana? ¿Hay una estructura social sólida en Yucatán que repele estas amenazas? ¿Bastará la efectividad de la SSP para seguir viviendo con una relativa tranquilidad?
Son sólo algunas preguntas que vale la pena intentar responder para comenzar con una discusión que no debemos seguir postergando.
Eso que nos mantiene a salvo, tenemos que descubrirlo, a fin de no perderlo jamás.
