Una buena empresa

Por Carlos Pérez Várguez*

carper165@hotmail.com

* Profesor, periodista y consultor. Experto en temas de Comunicación Corporativa y Organizacional.   

La pregunta que nos hacemos cuando emprendemos un negocio es qué tengo que hacer para que sea exitoso, y cuando hablamos de exitoso, es en todos los sentidos: desde rentabilidad hasta permanencia en el mercado.

Las respuestas a esta pregunta pueden ser muchas: hacer estudios de mercado, tener un plan de negocio, un modelo de negocio atractivo e innovador. Encontrar una respuesta es de suma trascendencia, ya que cada año cientos de empresas cierran. Algunos estudios nos presentan que solo sobreviven tres años y una cantidad mínima los cinco.

Tenemos que reconocer que no existe una fórmula mágica para llevar a cabo el desarrollo de una empresa exitosa, pero sí podemos analizar algunos puntos que los estudios nos han demostrado.

La mayor parte de las investigaciones coinciden en que la clave es el capital humano, es decir, tener un buen equipo de trabajo, buscar colaboradores que se apasionen y se comprometan, con ideas innovadoras y distintas. Y todo esto empieza por una clave: una buena selección de personal para garantizar tener a los mejores.

Existen ocasiones en donde las empresas tratan de adelgazar el proceso de reclutamiento y selección de personal y no invierten en buscar y probar a los mejores, sin visualizar que ese ahorro a corto plazo en un mediano plazo les costará muchísimo. Tendrán que capacitarlo más, el tiempo de adaptación para ser productivo se alargará y en algunos casos finalizará en un despido costoso para la organización.

Hoy las empresas competitivas están invirtiendo en realizar entrevistas por competencias, en contar con programas bien organizados de inducción y capacitación, en planes de comunicación estratégica que faciliten la socialización, adaptación e integración de los colaboradores. Les ha resultado más rentable invertir en estas acciones para poder garantizar la permanencia del capital humano a largo plazo.

El sentido de pertenencia y compromiso que se puede motivar en un empleado a través de mantener canales abiertos de comunicación, actividades de integración, programas de desarrollo de personal y fomentar la carrera de vida son piezas indispensables, respuestas obligadas a la pregunta de qué hace exitosa a mi empresa. Un buen empleado deja mejor imagen en los clientes, proveedores, distribuidores y comunidad que cualquier proceso, campaña o sistema, por más eficientes que estos sean.

Invirtamos entonces en el mejor activo de la empresa, invirtamos en lo que es muchas veces irremplazable y que verdaderamente puede hacer una diferencia. Reclutemos a los mejores y coloquémoslos en el mejor puesto para ellos. Nunca nos arrepentiremos de una inversión como ésta.

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