A pesar de las multitudinarias marchas que se llevaron a cabo en Mérida, con motivo de la conmemoración del Día del Trabajo, el Centro Histórico mostró una intensa calma antes y después de las movilizaciones de miles de personas.
El día de asueto mantuvo a muchos meridanos descansando en sus hogares o de paseo por el puerto de Progreso para mitigar el calor en las playas, por lo que las vías se vieron apacibles, con muy poco tránsito vehicular y con el paso desacelerado de peatones, quienes podían cruzar sin el temor habitual de ser atropellados.- Miguel Duarte