Darwin Berrón vive su sueño de boxeador

El púgil Darwin Berrón Rodríguez es un  soñador, pero con los pies en la tierra. Sabe lo difícil que es esta profesión que abrazó hace algún tiempo y que ahora lo han convertido en un boxeador en el que se tienen muchas expectativas.

Vecino de la colonia Morelos Oriente, Darwin inició con el pie derecho su incursión en el profesionalismo al imponerse por  nocaut efectivo a los 10 segundos del cuarto asalto a Mario Flores  enseñando  enorme poder en los nudillos, según comunicado.

Con 19 años a cuestas el boxeador de la empresa “Max Boxing” no quiere dejar nada al aire, y junto con su manejador Alberto Casanova, cuidan cada detalle en el entrenamiento y planean cómo trabajar al rival del próximo 9 de diciembre en lo que será su segunda pelea y última del año de la empresa “Puga Promotions”.

Su rival en turno será el campechano Jonathan “Zurdito” Poot Chi, ampliamente conocido en Mérida, ya que ha enfrentado a gente de la talla de Jairo Dzib y Oscar Arjona con quienes ha perdido.

 El gimnasio San Francisco de Asís donde se han forjado grandes púgiles que le han dado gloria al boxeo yucateco, también es la casa de Berrón Rodríguez donde ha comenzado a trazar ese  camino que lo lleve a la gloria.

“Quiero escribir mi nombre con letras de oro en el libro del pugilismo yucateco, aunque tenga que esforzarme el doble”, señala el pugilista mientras le pega con enjundia al saco.

De acuerdo con el entrevistado desde pequeño mostró dotes para este deporte, pues en la escuela siempre terminaba el día liándose a golpes con algún compañero del colegio.

 Así fue en la primaria (Kukulcán), secundaria (David Alfaro Siqueiros) y prepa (Felipe Carrillo Puerto), donde sólo terminó el primer año para luego debutar en el plano profesional.

El yucateco amasó un palmarés amateur de 32 victorias, tres derrotas y 20 nocauts lo que habla del poder de sus puños, fue medalla de oro en el regional de Olimpíada en Chiapas y decidió no asistir a la Olimpíada Nacional, ya que precisamente ese año se autorizó que los púgiles amateurs peleen sin careta, por lo que prefirió mejor brincar al terreno profesional.

Trabajador de una tienda de importaciones en el mercado de San Benito, el púgil de acuerdo con su mentor es valiente, pega duro y lo mejor de todo, es disciplinado.

Reconoció que la disciplina en este deporte es la madre de todos los éxitos. “Si no hay disciplina no sirves para el boxeo”.

Segundo de tres hermanos, Grissel y Ángel, Darwin quiere llegar lejos al igual que su ídolo Juan Manuel Márquez, quien lo inspiró para dedicarse de lleno a esta profesión.

Su padre, Ángel Berrón Cruz  está feliz con su  incursión al pugilismo a diferencia de su madre, María Isabel Rodríguez Alpuche, quien tiene miedo, pero al verlo defenderse sobre el cuadrilátero, según dijo ahora lo apoya en esta profesión y le prepara su comida especial.

Agradeció las oportunidades que le han dado, Mario Abraham, Jorge Puga Valle y a su mentor, Alberto Casanova, quien también dirige los destinos pugilísticos de Ulises “Condorito” Martín.

Darwin es parte de la nueva camada de púgiles de la localidad que buscan poner de nuevo en los primeros planos al boxeo yucateco.

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