El precio controlado del gas LP para varias regiones del país, incluidas tres en Yucatán, ha despertado una nueva polémica, pues hay quienes están a favor y quienes la critican.
Es una medida provisional y temporal para evitar el abuso que muchos expendedores de gas hacen en el país y que tiene en problemas a empresas, pero principalmente a los hogares mexicanos, se dijo ayer en la Mañanera por parte del titular de la Profeco, Ricardo Sheffield.
La medida incluye una disminución en el precio, que ya rondaba más de 500 pesos en el caso de los tanques de 20 kilos, por lo que esta semana, que concluye el 7 de agosto, los meridanos van a pagar por ese mismo cilindro 436 pesos.
En Mérida, donde vive más de la mitad de los habitantes de Yucatán, el precio será el más barato de los tres que se fijaron la entidad.
La explicación del titular de la Profeco para la implementación del precio controlado no tiene desperdicio, creemos, pero en contra ya se expresaron los empresarios, especialmente los de Coparmex a través de un comunicado desde el domingo. Consideraron que para evitar que la población registre mayores afectaciones a la economía familiar debido a los incrementos en precios internacionales, se debieron aplicar alternativas más eficientes que ya están contempladas en la Ley de Hidrocarburos, como lo es el Subsidio Focalizado.
Cada actor defiende sus posturas, pero por lo pronto el consumidor normal parece que es el beneficiado.
