Hablemos de filosofía posmoderna

La filosofía es una disciplina científica olvidada por la sociedad de hoy día, la masificación y la globalización son los motivos del olvido de esta ciencia.

Hablar de filosofía es algo propio de los jóvenes estudiantes de nivel medio superior, como una materia más que se tiene que cursar como medio para conseguir el título de “prepa”, sin embargo ni los egresados de la preparatoria saben lo que es la filosofía, puesto que la materia mal llamada filosofía es propiamente historia de la filosofía.

Toda situación cultural, toda época histórica es siempre reflejo de un determinado modelo de pensamiento. Y toda forma de pensar que se presente como característica de un concreto momento histórico, en la medida en que es asumida por seres humanos, sean muchos o pocos, refleja una o más filosofías.

En los tiempos en que nos ha tocado vivir, la filosofía, una disciplina más bien elitista, tiende a divulgarse “aligerando” sus contenidos, haciéndose ligeros por obra de ciertos pensadores que los ponen al alcance de instancias académicas hoy masificantes (por ejemplo, la universidad) y de los medios de comunicación que han popularizado y vulgarizado ideas que, tal vez, en su origen tenían cierta densidad.

Hay que reconocer que “la filosofía” en el presente, al menos en sus exponentes más conocidos, no tiene la grandeza ni la altura del pasado, y en buena medida se dedica a reformular lo que los autores de tiempos anteriores elaboraron, sin llegar a ser continuadores, pero tampoco opositores.

Hablar de filosofía hoy es problemático, tal vez porque parece que esta palabra es demasiado “alta” para los filósofos y las corrientes hodiernas.

La superación de la así llamada “Modernidad”, o, según sea el caso, de la Ilustración. Si la modernidad se caracteriza por el racionalismo, por la propuesta de proyectos transformadores de la sociedad y de la historia basada en el triunfo de la razón y por ideologías que dibujaban el futuro a ser alcanzado, la postmodernidad es el desencanto ante estos ideales.

Pues por esta expresión, “postmodernidad” se entiende el nuevo momento caracterizado por el debilitamiento de la razón y su limitación, el rechazo de las ideologías surgidas en la Ilustración y la aceptación de que no se puede esperar gran cosa del futuro.

Por lo tanto, el pensamiento postmoderno abandona las certezas y se conforma con las opiniones, dándoles igual valor a todas y considerando que la certeza es un atentado a la libertad, que se considera el bien más preciado. Desde una perspectiva como la descrita, es lógico que el relativismo, el subjetivismo extremo y el nihilismo sean las características más saltantes.

Con afán ejemplificador, Don Luis Fernando Figari, en su libro Un mundo en cambio, ilustra esta realidad: “Dicen algunos que se vive hoy el tiempo del postmodernismo. La palabra misma tiene un contenido de fatalidad. No lleva una propuesta positiva sino que se autodesigna como lo que viene después. Un mero “post” sin rumbo, sin dirección, expresando el vacío y descontento de aquel ser humano que ha visto agostarse las “esperanzas” que le trajeron la modernidad y la Ilustración con su fe ciega en un progreso y un imperio de la razón absoluta que parecía imbatible. Ciertamente hay rasgos gravemente negativos en la sociedad y en la cultura de muerte que hoy se difunde (…) Frente a esta situación, desde los lentes “postmodernos” surge un sentido de frustración y se puede escuchar en él que “nada se puede hacer” ante la fuerza hegemónica de lo “irreal”. Estamos frente a todo un discurso sistemático en el que para algunos el nihilismo alcanza altos niveles de humores embriagantes”.

Hablar de post modernidad es hablar de tres filósofos que están en la base de esta filosofía: Federico Nietzsche, Martin Heidegger y Karl Marx. Es claro que esta corriente de pensamiento no ha surgido de la nada. Se basa en las ideas de pensadores que ofrecen líneas-fuerza a partir de las que los filósofos “post-modernistas” (o como quiera llamárseles) elaboran sus propuestas, pero dándoles aquel matiz de superficialidad, de liviandad y de relativismo nihilista.

Estos filósofos son la causa de que hoy día el pensamiento de la sociedad esté trastocado, que exista corrientes filosóficas como el relativismo, la nueva izquierda, la teoría de género entre otras. De aquí deriva la importancia de conocer estas filosofías que van en contra de la sana filosofía, para que nos demos cuenta que la forma de pensar de la sociedad de hoy es algo que nos han inculcado malamente desde la cultura y educación post moderna.

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