Pese a que Yucatán tiene una tasa de desocupación de 1.9 por ciento -de las más bajas del país-, es decir hay un bajo nivel de desempleo, en contraste la tasa de informalidad es de 63 por ciento, superior a la media nacional de 57.4 por ciento. La gente, en general, tiene empleo, pero 6 de cada 10 trabajadores no cuenta con la protección de la seguridad social básica, lo que los coloca en estado de indefensión presente y de cara al futuro.
Cifras de la Subsecretaría de Empleo y Productividad Laboral, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), revelan que en Yucatán la informalidad afecta mayormente a la población femenina.
De las mujeres que trabajan en el estado, 65.7 por ciento lo hacen en condiciones de informalidad contra 61.2 de hombres que están en la misma condición. Las cifras revelan que el problema de la informalidad laboral es más acuciante en Yucatán respecto al promedio nacional: hombres (56.8%) y mujeres (58.2).
La problemáticas sociales del empleo informal, quienes trabajan fuera de las disposiciones legales como vendedores ambulantes, trabajadoras de servicio doméstico, limpiavidrios, entre otros, son que este tipo de empleos no entran dentro del sistema tributario ni cuentan con la debida protección legal, no brindan estabilidad económica para los trabajadores.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por lo general los trabajadores informales son mal remunerados están expuestos a condiciones como el impago del salario, despidos sin compensaciones, la exigencia de trabajar horas extra o turnos extraordinarios, así como el incumplimiento de los beneficios sociales, como pensiones, incapacidades por enfermedad y seguro de salud.
En Yucatán, la Población Económicamente Activa (PEA) es de un millón 34 mil 368 personas, de las cuales 60.7 por ciento son hombres y 39.3 por ciento mujeres.- José Villegas
