Lazaro Chi Ortega ha trabajado desde su infancia con la madera, gracias a la enseñanza de sus padre; hoy sus hijos hacen su vida gracias a estas artesanías, que venden en Dzityá
Don Lázaro Chi Ortega, tiene 76 años de edad, la mayoría dedicado a trabajar el tallado de la madera. Tenía alrededor de ocho años cuando su papá, Timoteo Chi, le enseñó los primeros pasos en el oficio que a su vez aprendió de su padre, Mateo.
“Lo primero que hice fue un molinillo, sucesivamente fui aprendiendo a hacer el batidor, el chilero, entonces era lo único que podíamos hacer, pues se trabajaba con un torno de pedal, que era de madera, con palos y sogas se hacía dar vueltas la madera”, explicó.
Contó que, casi al finalizar la década de los sesenta comenzaron a llegar los tornos eléctricos, lo que permitió aumentar la variedad de productos que los artesanos de Dzityá con los que hasta hoy elaboran, principalmente con madera de Guayacán, que llega desde el oriente del estado, específicamente de Buctzotz y Sucilá; también trabajan con el besinanche y el chukum.
“Mi abuelo Mateo, fue uno de los fundadores del pueblo de Dzityá, llegó con un grupo de personas que originalmente vinieron de una hacienda llamada Concepción, entonces comenzaron a trabajar la madera, tenían ese don”, dijo.
Sobre sus hijos, comenta que los tres varones, Lazaro, Jorge y Óscar también se dedicaron a la talla de piedra, que es también una tradición en Dzityá, y cuyos trabajos exhibe con orgullo en su local ubicado frente al parque Principal de la población.
“Los dos mayores tienen sus fábricas, el más chico trabaja con ellos y mi hija Silvia tiene su pizzeria”, comentó.
Recordó que cuando comenzó labrado de piedra, habían tres personas que lo hacían con su martillo, cincel, la barreta y mazo, para sacar la piedra, “hoy las traen en bloques desde otros lugares, hay quien tiene sus grúas para bajarlas a sus talleres.
Indicó que en los talleres de Dzityá se trabaja con la piedra de Ticul, la macedonia, la conchuela y la xtoc, que se traen desde Calcehtok, al sur del estado, cuando antes se sacaba en los montes cercanos.
El entrevistado que en un tiempo también fue policía, recordó que Dzityá significa en maya “un zapote”.
“Hubo personas que destacaron en esta actividad como José Marcelino Canché, quien trabajó con el escultor colombiano Romulo Rozo en el tallado de piedra en el Monumento a la Patria; Donato Kuhua, quien fue mi tío y su descendencia es la que continuó trabajando y enseñando. Hoy hay como 40 talleres”, dijo.
“La comisaría meridana, Dzitya es un referente en este tipo de tallados y gente de diversos lugares del país llega a adquirir nuestras artesanías, gracias a ello ya no tenemos necesidad de salir a vender a los pueblos como antes de que existiera la Feria Tunich, a mi me tocó en alguna ocasión ir con mi esposa Florencia Koyoc, a Oxkutzcab, el primer día nos fue muy bien, los demás no y tuvimos que rematar lo que llevamos para poder comer, ahora nos damos el lujo de que nos vengan a comprar”, explicó.
Texto y fotos: Manuel Pool
