Hoy sería un día en que las dos nos hubiéramos abrazado y dicho felicidades. No quiero enterrar a otro hijo. No quiero que mis hijos me entierren, expresó, con lágrimas, doña Ligia Canto al recordar a su hija Emma Gabriela Molina Canto, quien fue asesinada hace mes y medio. La abuela aseguró que la vida de su familia corre peligro.
Lo que para muchos fue un día de festejo a las madres, para la familia Molina Canto no lo fue. Los recuerdos y la rabia por lo sucedido se hicieron presentes. Larga fue y será la lucha que la familia enfrentará ante las amenazas que a diario reciben.
Acompañada de representantes de organizaciones civiles y feministas, doña Ligia acudió al Monumento a la Madre, ubicado en el Centro Histórico, para honrar la memoria de su hija donde colocó un ramo de flores. Ahí, su fortaleza se vio quebrantada. Las lágrimas buscaron su cause.
-Hoy, al ir a la escuela de mi nieta vi que la niña había ocupado el primer lugar… me di cuenta que en su interior estaba esperando poder compartir esa noticia con su madre. Este es un día muy doloroso porque no tengo a mi hija conmigo y recuerdo esta circunstancia que hemos vivido de injusticia –comentó llorando.
-Tenían sus festivales en la escuela y su mamá siempre estaba feliz tomándole fotos y ellos luciéndose y volteándola a ver… eso no se vale. Le quitaron a mi hija eso, se lo quitaron a mis nietos, me lo quitaron a mi también –añadió.
Recordó que tras la pelea que llevó recuperar a los pequeños, Emma Gabriela sólo pudo pasar con ellos dos fechas como esta.
-Este día no puede pasar así nada más. Mi hija murió por protegerlos, por luchar por ellos, por pelear como leona por su vida, por su libertad, con todo. Mi hija no le puso medida al amor de madre, al contrario hizo lo que jamás pensó –continúo.
Reprochó el actuar de los jueces y la restricción que dieron para evitar que salga de la entidad, cuando Emma y sus hijos eran las víctimas de la familia Medina Sonda.
-Esto fue señalado, fue suplicado y de qué sirvió- señaló.
-Quién le devuelve la vida a mi hija, quién le devuelve la madre a mis nietos, quién puede hacer retroceder el tiempo, quién puede impedir que yo y mis nietos tengan el recuerdo de tener a mi hija tirada en el suelo. En un charco de sangre. Quién hará que mis nietos olviden eso –cuestionó.
Por último, acusó a Sandra Bermejo Burgos de lo ocurrido.
–No creo que duermas tranquila por que mucho del viacrucis que sufrió mi hija es por que tú entregaste a mis nietos a esta gente –señaló.- Jesús Gómez
