Una ciudad en 15 minutos

Por: Mario Ovies Gage 

Si estás en Mérida, llegas a cualquier lugar en 15 o 20 minutos. Eso era algo que decíamos hace algunos años los que llevamos un tiempo viviendo en esta ciudad. Siempre se presumía que podías ir de un punto a otro, en coche, claro, sin sufrir del tráfico.

Hay los que suspiran al recordar esos tiempos, actualmente eso nada más se alcanza en ciertas horas de la madrugada o en fechas festivas en que una cantidad considerable de automovilistas salen de la ciudad. En verano, por ejemplo, se traslada a los 8 carriles de la carretera Mérida – Progreso y a la línea costera que tenemos como destino vacacional.

En esas contadas fechas la ciudad vuelve a tener el nivel de tráfico de antaño, pero en la actualidad puedes pasar 25 minutos debajo de algún puente de periférico o unos 15 minutos en alguna glorieta colapsada de la ciudad. Basta revisar en google maps los tiempos que haces, y en algunas horas se hace el mismo tiempo en coche que en bicicleta.

Nuestra ciudad está cada día más alejada de esos tiempos de traslado, sin un buen sistema de transporte público, con una nula inversión en alternativas de movilidad y con la inmensa cantidad de más megaproyectos residenciales en las afueras de la ciudad estamos más cerca del colapso que de poder llegar a nuestro destino en 15 minutos.

Y es que la tendencia en movilidad va en sentido contrario al de nuestro actual gobierno que pavimenta avenidas para que sean lindas pistas de carreras para los automovilistas; las ciudades están apostando para que todo esté de 10 a 15 minutos pero a pie o en bicicleta.

El más grande ejemplo de estas ciudades de “15 minutos” es el de París, cuya alcaldesa tiene para su reelección la propuesta de deconstruir la ciudad y transformarla en algo completamente nuevo.

¿Cómo haces algo así? El primer paso debe ser dejar de pensar como lo estamos haciendo, debemos de empezar a pensar como colectividad y no de manera individualista. Debemos aprovechar mejor nuestros espacios, reducir el tamaño de las calles, poner más ciclovías, sembrar más árboles, poner más camiones de la mejor calidad. Tenemos que, de manera urgente, hacer que la gente se mueva en transporte colectivo y deje sus automóviles.

Las ciudades de 15 minutos buscan que todo le quede a las personas en un rango de 10 a 15 minutos caminando o a pie, servicios de salud, de alimentación, las fuentes de trabajo. Algunos expertos aseguran que el modelo de zonas residenciales alejadas de la ciudad, de la industria y de las zonas de negocio, respondía al modelo de la revolución industrial, con estos grandes centros que contaminaban y se buscaba alejar a las familias para que tuvieran una vida sana.

Pero esta situación está cambiando, y debe seguir cambiando al sumarse a las nuevas tendencias en pro del medio ambiente y de una vida saludable. Al vivir cerca de todos los servicios que requerimos nos movemos más, caminamos, andamos en bicicleta, rompemos con la vida sedentaria que nos fomenta el automóvil. Y si nos movemos, tendemos a ser más sanos.

Transitar hacia una ciudad de 15 minutos no será una tarea fácil, París está dando la batalla, está desapareciendo lugares de estacionamiento, carriles y calles completas, sembrando árboles, fomentando el uso de la bicicleta. París se está revolucionando para lograr esto.

¿Aquí estamos haciendo algo? Basta ver nuestra ciudad, basta intentar salir de Ciudad Caucel en hora pico, o cruzar alguno de los puentes en el norte de la ciudad. Nuestra ciudad está más cercana a los 40 minutos que a los 15. A mí me queda claro, algo tenemos que hacer.

 

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