Un Viernes Santo adaptado a restricciones por un virus

Cristianos de todo el mundo conmemoran la pasión de Cristo de una forma diferente, ya que muchos países permanecen encerrados para limitar la propagación del coronavirus.

Los cristianos de todo el mundo viven esta Pascua de una forma diferente, ya que muchos países permanecen encerrados para limitar la propagación del coronavirus.
Muchas congregaciones decidieron ofrecer sus servicios, como misas y celebraciones, de forma remota por internet, mientras sus miembros predican a las cámaras con las iglesias vacías.
Pero en algunos lugares, las tradiciones continúan desafiando las restricciones y con riesgo de aumentar el contagio de covid-19.
La basílica de San Pedro, que usualmente para estas fechas en otros años se encuentra repleta de gente al igual que la plaza frente al templo, solo muestra muy pocos asistentes y la mayoría de ellos sacerdotes y monjas.
El papa Francisco presidió ayer un Vía Crucis histórico, que se celebró en la Plaza de San Pedro del Vaticano y no en el Coliseo, como es habitual, y al que no acudieron fieles por la emergencia del coronavirus.
El papa Francisco rezó una breve oración para que la humanidad no sucumba a la oscuridad: “Señor, no nos dejes en las tinieblas y en la sombra de la muerte, protégenos con el escudo de su poder. Dios, defensor de los pobres y afligidos, ayúdanos a soportar el yugo cada día”, dijo.
Muchos sacerdotes alrededor del mundo decidieron celebrar misa y transmitirlas en internet.
Y espectadores de todo el planeta siguieron las misas y celebraciones por internet.
En México, uno de los países de América Latina con más católicos, la iglesia pidió a sus fieles que se queden en sus casas y los accesos a los templos están bloqueados.
Pero en otros lugares, como Manila, las tradiciones de larga data continúan a pesar de las órdenes gubernamentales de que la gente se quede en casa por el brote del coronavirus.

Texto: Redacción

Foto: Agencias

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